El ronin, después de llevar tres días huyendo a través del bosque se detuvo en seco, y desenvainó su espada presto a luchar. Se acabó el huir, moriría entablando combate o viviría gracias al dominio de su acero, prefería eso antes de huir siquiera una noche mas a través de estos bosques embrujados. Podía escuchar a lo lejos como se aproximaba corriendo hacia él. El ronin se aferró a su espada, seria ella quien lo mantendría en el mundo de los vivos. La bestia seguía acercándose, los árboles sucumbían al avance de aquel demonio y los metros entre ambos se iban reduciendo cada vez más. El ronin, segundos antes del choque, afianzó sus pies en la tierra, agarró con mas fuerza la empuñadura de su espada y aspiró, quizá por ultima vez, el aire que mecía las flores de cerezo. Los árboles de delante se desgajaron de la tierra por la embestida de la criatura, y con un rugido que quebraría el alma del mas valiente, saltó hacia el ronin que seguía imperturbable y sereno a la espera del momento preciso en el que atravesar el corazón de aquel demonio con su acero.
-¡¡Corten!! –gritó el director -¡¡Corten!! Maldita sea, Luis ¿Es que no te das cuenta de que se te ven las zapatillas bajo el disfraz de demonio? ¿Dónde se ha visto un demonio con unas zapatillas deportivas? ¡Me cago en todo! A rodar de nuevo la puta escena…
El ronin, cansado de repetir por quinta vez la misma secuencia, dejó la espada de plástico apoyada en un árbol de atrezzo y se encendió un cigarrillo.
Azhaag
9.11.2009
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4 comentarios:
:)
Una sonrisa anonima jejeje, gracias, seas quien seas.
Un saludo.
Azhaag
Un microrelato interesante. Al comenzar a leer no esperas ese desenlace, muy bueno. Me alegra volver a leerte por aqui :)
Un besiño,
Laura
Un microrelato interesante. Al comenzar a leer no esperas ese desenlace, muy bueno. Me alegra volver a leerte por aqui :)
Un besiño,
Laura
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