Tiendo a enmarcar las canciones valiéndome, más que del contexto temporal en el cual estas salen en la radio, son publicadas en discos o las encuentro por primera vez, de las vivencias experimentadas mientras estas sonaban en mis oídos. Pudiendo asociar al instante el What´t I Say, del genial Ray Charles, con la amalgama de sensaciones que me invadieron hasta el tuétano al robar mi primer beso. El tema Ain´t No Sunshine de Bill Withers, por ejemplo, lo paladeo con cierto sabor melancólico al vincularlo con la perdida de un ser querido, tal vez porque comenzó a sonar con más fuerza que ninguna otra canción de las irradiadas en ese momento por el equipo de música del coche, mientras marchábamos camino del cementerio.
¿Se saben esa cita de Eduardo Mendoza que, en respuesta a la pregunta de que libro se llevaría a una isla desierta, contestó que “Preferiría morir ahogado en el naufragio”? Coincido con él en cuanto a esa exigencia absurda de llevarse solo un volumen entre tanta tonelada de letra impresa, encontrando más digno morir ahogado que conformarse solo con una sempiterna migaja literaria. No obstante, no me tiembla la voz al asegurar cual seria la canción que me llevaría a un paraje desierto, para llenar con ella su silencio y que fuese lo único que alcanzase a escuchar. Fue un amor en toda regla… la tarareo mientras paseo por la calle, ocupa un lugar preferente en mi mp3, suena en mi móvil cuando alguien me llama y cuando se dispara la alarma por las mañanas, y os aseguro que jamás la cambiaria por el último hit de moda, ni por el novedoso single del apreciado artista del momento. Es mi canción, la que espero suene en mi entierro y la gente asocie con mi estampa. Que pasado un tiempo, donde esta canción ya sea un vestigio del pasado, alguien la rescate de su inmerecido olvido a modo de petición en la radio, y al escucharla, alguien que me conoció en vida piense: “Así sonaba Rubén…”
Tema Original de The Foo Fighters
Version de Lee Ryan
Version de Stereophonics
Azhaag
3 comentarios:
Me quedo con la tercera. Es más balsámica. La primera desde luego es buena para el móvil, tiene ritmo. La compararía con una taza de café, revitalizante. Y la segunda... lamento decirte esto pero la segunda es perfecta para pillar un tremendo dolor de cabeza.
La buena noticia es que escuchando la tercera se te pasan todos los males.
Jaja, Y todo ese potaje de ritmos sale a partir de una misma canción, curioso...
:)
jejeje, curioso...a mi en cambio la versión que más me ha gustado es la de Lee Ryan, aunque ninguna de sus versiones tiene tanta fuerza como el tema original de The Foo Fighters.
Has sido tu el que me ha pasado, ya hace tiempo, esta canción, por lo que, si te sirve de algo...me recuerda a ti cuando la escucho. Cuando te mueras, haré todos los trámites necesarios para que la canción acalle la perorata del sacerdote de turno.
Un beso,
Laura
Puestos a pedir, cielo; no dejes que un sacerdote aburra mi duelo.
Un beso.
Azhaag
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