Opinion: Ciudad Juárez.

Ciudad Juárez: Todas son nuestras hijas, todas son nuestras muertas.

No deja de mirar el reloj, consultando sin cesar el lento avance del minutero. Su hija hace una hora que debería de haber llegado a casa, es una
chica responsable, al igual que las otras muchachas que la acompañaban.

Habían decidido salir a las afueras de Madrid para irse de marcha, como suelen referirse los jóvenes al meterse en un local atestado de gente, humo y ruido.

Vuelve a mirar el reloj.

La llama a su móvil, pero parece apagado, también lo están los de sus amigas.

“¿Dónde esta mi hija?”

No pega ojo en toda la noche, alternando del sillón a la mesita donde esta el teléfono y mirando un millar de veces el reloj colgado en la pared, hasta que los primeros rayos de sol despuntan a través de la ventana.

El teléfono suena estrepitosamente.

A oídos de la madre suena distinto.

Le informan que han encontrado el cadáver de la que creen su hija junto a 4 jóvenes mas en un solitario descampado, la voz al otro lado del teléfono parece romperse como el cristal cuando le comunica que ha de acudir al deposito de cadáveres para identificar el cuerpo.

En tan solo una noche le han destrozado la vida.

La noticia se hará publica en el primer informativo de la mañana.

“Se han hallado los cuerpos sin vida de 5 muchachas de entre 16 y 20 años en un descampado a las afueras de Madrid. Según los primeros informes, las jóvenes mostraban claras evidencias de haber sido violadas y torturadas hasta la muerte.”

Este suceso ha sido el primero de una larga serie de asesinatos y desapariciones que se sucederán una vez por semana sin que las autoridades pertinentes hagan nada por evitarlo.

Todas mujeres.
Todas violadas y torturadas.
Todas encontradas a las afueras de Madrid.
Un total, hasta la fecha, de 430 asesinatos y 600 desaparecidas.

¿Es esto ficción? Por supuesto, semejante orgía de sangre no ha ocurrido, al menos no en Madrid.

Sin embargo, los teléfonos no dejan de sonar en Ciudad Juárez (México) desde 1993, donde cada semana desaparece una joven, para ser encontrada a los días semienterrada bajo las arenas del desierto Mexicano o simplemente para desaparecer por completo de la faz de la tierra, siendo para las autoridades del Gobierno de Chihuahua solo un digito mas.

Los detalles de los informes son espeluznantes:

Gladys Janeth Fierro, de 12 años de edad raptada en mayo de 1993, fue encontrada sin vida. Había sido violada y estrangulada.

Silvia Rivera morales, 17 años, aparte de haber sido violada y estrangulada, su cuerpo mostraba evidencias de un sadismo atroz, el seno derecho le había sido cercenado y el izquierdo mostraba marcas de mordiscos.

Silvia Stephanie Sánchez Viesca Ortiz, 16 años, desaparecida el 5 de Noviembre del 2004. Acababa de salir de un torneo deportivo y se disponía a volver a su casa cuando se le perdió la pista.

Samanta Yesenia Carrasco Carrasco tiene 13 años y desapareció el 17 de agosto de 2002, frente a su domicilio.

La lista es larga y con cada hora que pasa sigue creciendo...

En la actualidad nadie ha sido juzgado por estos asesinatos, el Gobierno de Chihuahua centra su atención en ganar políticamente - de manera legitima o ilegítima - a sus adversarios, y los senadores y diputados están mas ocupados en ganar posiciones que en ayudar a mejorar las condiciones de vida de las y los juarenses.

Mas de mil mujeres.

Quizás esta misma noche, un teléfono suena en Ciudad Juárez.


Azhaag.

Links de interés:

http://www.mujeresdejuarez.org/

http://www.nodo50.org/pchiapas/mexico/noticias/juarez.htm