Alzo la vista, deslumbrándose ante un sol casi cubierto por las flechas del ejercito Persa, y fue entonces cuando comprendió lo grandioso del momento.
El tiempo pareció volverse denso por unos instantes, allí se encontraba, solo un respiro lo separaba de subir a la barca de Caronte, y se sentía arropado por la entrega de sus hermanos de armas, 300 hombres capaz de morir por defender una causa en común, la única causa por la que merece la pena morir y sangrar.
Defendían su libertad de aquellos que querían arrebatársela, y aquel trozo de tierra bajo sus pies, cubierta de sangre y barro, la encarnaba.
-¡¡Adelante Espartanos!! – con su voz, con aquellas dos palabras, infundió valor al temeroso y fortaleza al mermado.
La flecha le llego como un beso envenenado, no sintió el acero en su pecho hasta pasado unos segundos. Las piernas se doblaron desoyendo al guerrero que seguía segando vidas.
Se arrodillo en la tierra que le había alumbrado, en la que había vivido y la que juro defender hasta su muerte. Lanzo un grito desgarrador con su ultimo aliento de vida y susurro un ruego, una suplica para quien quisiera escucharlo...
“Cuando acabe esta batalla, que todos recuerden que unos pocos se enfrentaron a muchos...”
1.20.2007
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1 comentario:
¡¡Muy bueno!! Una de las batallas más memorables y decisivas que presenció el mundo. Valientes espartanos que perdieron sus vidas luchando por su tierra, su honor
y su libertad
Leónidas solía decirles a sus hombres: "Jerjes tiene muchos hombres, pero ningún soldado."
:D
La película promete.
Un saludo.
Hibris.
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