8.01.2007

Cuadernos de dibujo: Año 2810, carne y metal

"El fogonazo de luz lo cegó por completo. Tras cada nuevo viaje en el espacio-tiempo olvidaba cerrar los ojos ante el fogonazo de luz que siempre anunciaba que el viaje había sido un éxito. Se encontraba en una calle desierta, era de noche, y las farolas aun seguían aquí, algo mas modernizadas, todo sea dicho, pero pese a ser el año 2810 seguían siendo igual de útiles para arrojar luz en la noche, por lo que no se había prescindido de ellas aun.

La calle estaba muerta por completo, solo en una especie de local a lo lejos palpitaba la vida, se oían aplausos, silbidos y carcajadas. Un ruido vivo, al fin y al cabo. Así que encamino sus pasos hacia allí rascándose aun los ojos doloridos, curioso por saber que aspecto tendría el hombre después de 2810 años, de hecho, se sorprendió al comprobar por aquel jaleo de risas nerviosas que no cesaba, que el hombre como raza no se hubiese extinguido en alguna de sus absurdas guerras contra si mismo.

Entró en aquel tugurio atestado de borrachos y humo, y se sentó en una de las sillas vacías. Al segundo las luces se apagaron de repente, por lo que no pudo alcanzar a ver a ninguna persona de las muchas que había allí. El publico, al menos aquellos que habían venido mas de una vez, comenzaron a silbar y a aplaudir aun más si cabe conociendo lo que significaba aquello, lo de apagar las luces. Espeton comprendió que era parte de algún espectáculo. Un foco ilumino el escenario, y de entre unas cortinas purpúreas salio danzando al son de la música, lo que antaño había sido una mujer.
Apenas si había formas femeninas en aquella mezcla de carne y metal que danzaba sobre el escenario. Y como tantas otras veces, saco papel y lápiz, y mientras el publico gritaba entusiasmado ante cada nuevo movimiento que la bailarina ejecutaba, el se limito a hacer aquello que mejor sabia, dejar constancia de aquella escena…

El hombre había sido capaz de burlar a la muerte mediante tornillos y engranajes, pues tras acabar la bailarina su número y encenderse por completo las luces, se vio rodeado de engendros metálicos que lo miraban con furia desde sus ojos biónicos. Una vez más, tocaba salir por piernas de aquel lugar donde el ser humano solo era una sombra de lo que fue..."

Fragmento de “Las crónicas de Espeton”



Ilustración de Espeton, relato de Azhaag

5 comentarios:

Azhaag dijo...

Ya te lo he dicho, y te lo vuelvo a decir: ERES UN CABRONAZO!!!

¡Yo quiero pintar asi, joder!

Sigue en esta misma linea y acabaras llegando lejos, no dejas de sorprenderme...

Un abrazo.

Azhaag

sinnombre dijo...

Jo, que buen dibujo.

Anónimo dijo...

Espeton:

Joder, como te marcas las entradas :D si es que da a pie hasta a 1000 dibujos e historias!

El siguiente un paisaje, algo diferente

Anónimo dijo...

ofuuu, qué dibujazo... Me quedo 0_0
Muy bueno Espeton

Y menuda has montado en torno a él Rubén... genial.
Qué equipo hacéis, un maestro de la palabra y otro del dibujo. :D

Hibris

Anónimo dijo...

Vaya paranoia de relato uuff sino fuese por ese fantastico dibujo dibujo no tendrian sentido esa historia, teniendo en cuenta que dicen que mas vale una imagen que mil palabras... jajaja que noooo estoy de acuerdo con hibris parece que teneis quimica haciendo equipo. No dejeis de asombrarnos de vez en cuando. Besos de colores.

Lu-z