Esta tarde, mientras ordenaba a regañadientes el caos que reinaba en mi habitación, di con un verdadero tesoro. Era una gastada libreta, de gruesas anillas y tapas negras. Surgió de entre un montón de comics viejos y hojas garabateadas por mi cuando era pequeño, y brillo con luz propia nada mas abrir sus hojas.
Eran parábolas que mi profesora de religión, la señorita Patricia Ramírez, todo un encanto de mujer, nos narraba una vez por semana en la escuela.
Nosotros debiamos meditar ese dia la parabola que ella nos contaba, y entregarle al dia siguiente por escrito dicha historia y lo que significaba para nosotros... todo un tesoro que creia habia sido engullido por el paso del tiempo...
Esta es la primera...
Arregla el mundo
El gran pensador se encontraba inmerso en sus pensamientos, la vista fija en el mar de folios que se derramaban por toda la mesa.
Un único interrogante le martilleaba en las sienes desde hacia años ¿Cómo poner fin al caos que reinaba en este mundo convulso? ¿Cómo arreglarlo?
De repente noto un pequeño tironcito en su bata, al volverse se encontró al pequeño de sus hijos, que con ojos vivos y curiosos le pregunto que hacia, que si podía ayudarlo.
No logro disuadirlo para que abandonase su despacho y se fuera a jugar con sus hermanos, el niño era tenaz en la idea de ayudar a su padre.
Así que se le ocurrió darle un pequeño entretenimiento con el que tenerlo ocupado unos días y que se sintiese útil a ojos de su padre.
Cogió una revista y recorto una de sus hojas, en la cual se dibujaba con todo lujo de detalles, un hermoso mapa del mundo, la corto en muchos y pequeños trozos y se los dio a su hijo, que aguardaba ansioso la tarea que le encomendaba su padre.
-Tienes que arreglar el mundo, hijo mio – le dijo.
El niño se tumbo en el suelo junto con una cinta adhesiva y se dispuso a realizar la tarea.
Al no saber como es el mundo, pensó el padre, estará largo tiempo entretenido.
Así que el gran pensador continuo en su ardua tarea.
No habían transcurrido ni 15 minutos cuando noto otro leve tironcito en su bata.
-Ya lo he arreglado, padre. –dijo el niño muy orgulloso.
Es del todo imposible que lo hubiera echo en apenas 15 minutos, su hijo era muy pequeño y no tenia mas que una vaga idea de cómo era el mundo. Era imposible que hubiera sabido como encajar todas las piezas de forma correcta, sin embargo el niño le dio a su padre la hoja de revista pegada con celo, lo había echo a la perfección.
El padre miro sorprendido al niño, que lo contemplaba expectante.
-¿Cómo lo has hecho, hijo mío? Tu no conocías el mundo... –pregunto el gran pensador.
-No, padre, no sabia que aspecto tenia el mundo.
Sin embargo le di la vuelta a los trozos de revista que me distes, en ellos aparecía la figura de un hombre.
Arreglando al hombre arregle el mundo.
Un único interrogante le martilleaba en las sienes desde hacia años ¿Cómo poner fin al caos que reinaba en este mundo convulso? ¿Cómo arreglarlo?
De repente noto un pequeño tironcito en su bata, al volverse se encontró al pequeño de sus hijos, que con ojos vivos y curiosos le pregunto que hacia, que si podía ayudarlo.
No logro disuadirlo para que abandonase su despacho y se fuera a jugar con sus hermanos, el niño era tenaz en la idea de ayudar a su padre.
Así que se le ocurrió darle un pequeño entretenimiento con el que tenerlo ocupado unos días y que se sintiese útil a ojos de su padre.
Cogió una revista y recorto una de sus hojas, en la cual se dibujaba con todo lujo de detalles, un hermoso mapa del mundo, la corto en muchos y pequeños trozos y se los dio a su hijo, que aguardaba ansioso la tarea que le encomendaba su padre.
-Tienes que arreglar el mundo, hijo mio – le dijo.
El niño se tumbo en el suelo junto con una cinta adhesiva y se dispuso a realizar la tarea.
Al no saber como es el mundo, pensó el padre, estará largo tiempo entretenido.
Así que el gran pensador continuo en su ardua tarea.
No habían transcurrido ni 15 minutos cuando noto otro leve tironcito en su bata.
-Ya lo he arreglado, padre. –dijo el niño muy orgulloso.
Es del todo imposible que lo hubiera echo en apenas 15 minutos, su hijo era muy pequeño y no tenia mas que una vaga idea de cómo era el mundo. Era imposible que hubiera sabido como encajar todas las piezas de forma correcta, sin embargo el niño le dio a su padre la hoja de revista pegada con celo, lo había echo a la perfección.
El padre miro sorprendido al niño, que lo contemplaba expectante.
-¿Cómo lo has hecho, hijo mío? Tu no conocías el mundo... –pregunto el gran pensador.
-No, padre, no sabia que aspecto tenia el mundo.
Sin embargo le di la vuelta a los trozos de revista que me distes, en ellos aparecía la figura de un hombre.
Arreglando al hombre arregle el mundo.
Azhaag
6 comentarios:
"Arreglar el hombre para arreglar el mundo" ¡¡Qué lindo Rubén!! Me ha encantado.
Jo...yo no tuve a profesoras asi...y menos de religión...xdd
Un saludo.
Hibris
Hay parabolas para que nos aburramos jajajaja, ya las ire colgando a medida que las pase a limpio.
Un beso.
Azhaag
Muy bonito.
Pero el hecho de engalanar al hombre y obtener un arreglado mundo, es ajustar su naturaleza a reglas.
Además, es un texto que induce a una única comprensión. Al unir piezas en las que ya tenemos un dibujo o idea plasmado, es literalmente obligatorio hacerlas coincidir, para hacerlas entendibles al igual que lo eran antes de separarlas. Hacer coincidir primero las del hombre es un símbolo religioso y moral. También es razonable según las ideas que tenemos.
El niño pudo unir fácilmente las piezas sin tener previamente la idea del mundo en su cabeza; y sobre todo sin tener al hombre detrás.
No van por hay los tiros... el mundo como tal es cambiante y moldeable con las acciones de los seres humanos, un mundo lleno de guerras y desgracias es la reaccion a las acciones de los hombres...
El niño pudo unir fácilmente las piezas sin tener previamente la idea del mundo en su cabeza; y sobre todo sin tener al hombre detrás.
La naturaleza de esta parabola es que a los ojos inocentes de un niño, hombre y mundo van unidos, desconociendo el mundo y recomponiendo al hombre obtiene sin haberlo sabido antes, la imagen perfecta de un mundo recompuesto.
Gracias por dejarte caer por aqui nameless.
Un saludo.
Azhaag
Creo que me has malinterpretado Azhaag; pues has puesto más atención en los detalles superfluos.
Pero el hecho de engalanar al hombre y obtener un arreglado mundo, es ajustar su naturaleza a reglas.
Me refiero a que el mundo puede ser recompuesto sin tener en cuenta al hombre. Creo que el término 'arreglar' al hombre, lleva cierto significado reglamentario intrínseco.
Me explico, según la parabŏla; con implementar ciertas reglas de bien en las personas podremos llevar a la sociedad, por consiguiente, al mundo, a un mejor estado, a una mejoría notable.
Ahora bien.. esas reglas, a las que la sociedad, 'el hombre', debe atenerse, aparte de ser buenas, respetables con todo lo que le rodea, humildes, amables.. ¿No crees que llevan una carga religiosa importante e implícita?
Me refiero a que el mundo puede ser recompuesto sin tener en cuenta al hombre. Creo que el término 'arreglar' al hombre, lleva cierto significado reglamentario intrínseco.
El mundo en el que el hombre vive no puede ser "arreglado" salvo por la accion de este...el realizo ese "nudo" y solo el podra deshacerlo.
En cuanto a tu ultima pregunta:
¿No crees que llevan una carga religiosa importante e implícita?
Te contestare con otra pregunta.
¿Acaso el hombre no puede hacer el bien si que se mezcle a Dios en ello?
Siempre he considerado a la religion como la mayor carga que lleva portando el hombre desde la noche de los tiempos... e ironicamente esta ha encendido mas guerras que las que ha apagado.
Un saludo.
Azhaag
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