El tiempo
El inexistente tiempo pasa rápido y veloz deja los surcos de su paso en el cuerpo y en los sentidos del alma, esa que acoge todo cuanto acontece en la vida de cada uno de nosotros.
Hoy miro en el espejo de algunos años atrás y puedo tener conciencia de que “el” todo lo calma.
El tiempo nos acoge en su regazo como si fuésemos bebes en pleno llanto y pataleta, para acunarnos y enseñarnos su sabiduría en el mañana.
Aquel mañana que ya no duele, aquel mañana solo hace que te percates de que la más complicada lección es la vida misma y que aquello que más duele es lo que mas enseña, lo que mas fuerte te hace.
Yolanda
2 comentarios:
"El tiempo nos acoge en su regazo como si fuésemos bebes en pleno llanto y pataleta."
Profunda reflexión. :D
Muy buena la imagen.
Un beso.
Hibris
Si, es que ella es muy profunda cuando quiere :D jejejeje.
Azhaag
Publicar un comentario