“Después de todo, hay hombres
que no fui, y sin embargo,
quise ser…”
Mario Benedetti
Me admiro y me reniego, me gustaría a veces ser otro, aunque solo sea por un instante.
Tener cualidades que, o bien son innatas, o jamás podrás llegar a alcanzar por mucho que te pongas de puntillas. La fuerza de los gigantes, la de Martín Luther King, el genio de los virtuosos ante la hoja en blanco, ya sea el de Shakespeare o el de Borges.
Me hubiese gustado estar en los ojos de Neil Armstrong, para poder haber visto el mundo flotar en la oscuridad allá en lo alto. Estar por un instante en las manos y en los labios de Casanova, por donde tantas mujeres se pasearon.
Tener el temple de un soldado anónimo en plena segunda guerra mundial, o el valor de todas aquellas personas de a pie, que día a día, tejen con sus actos historias y hechos que admirar en un futuro. Puestos a rogar, a pedir a ese Dios que nunca concede nada; me hubiese encantado haber podido decir esto…
Azhaag
12.12.2007
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1 comentario:
Guau...me he quedado sin habla.
Soberbio.
Hibris
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