A- Distraídos en razonar la inmortalidad, habíamos dejado que anocheciera sin encender la lámpara. No nos veíamos las caras. Con una indiferencia y una dulzura más convincentes que el fervor, la voz de Macedonio Fernández repetía que el alma es inmortal. Me aseguraba que la muerte del cuerpo es del todo insignificante y que morirse tiene que ser el hecho más nulo que puede sucederle a un hombre. Yo jugaba con la navaja de Macedonio; la abría y la cerraba. Un acordeón vecino despachaba infinitamente la Cumparsita, esa pamplina consternada que les gusta a muchas personas, porque les mintieron que es vieja... Yo le propuse a Macedonio que nos suicidáramos, para discutir sin estorbo.
Z (burlón)- Pero sospecho que al final no se resolvieron.
A (ya en plena mística)- Francamente, no recuerdo si esa noche nos suicidamos.
Jorge Luis Borges
6 comentarios:
La inmortalidad para cualquier hombre u otro ser vivo orgánico, no existe; lo que sí es probable que 'permanezca' es la posteridad y, en este caso, con un nombre.
Hola Miguel, cuanto tiempo...
Yo diria que esa, la que tu has definido, es la unica inmortalidad a la que puede aspirar el hombre. Que su nombre tengo un eco con el paso del tiempo.
Un saludo.
Azhaag
nameless... un día me explicarás eso del ser vivo orgánico... Supongo que se trata sólo de una redundancia, no?
Borges...siempre único en sus escritos.
Muy bueno Rubén.
Hibris
es una redundancia
:p
Ademas, puestos a profundizar en esa linde que Miguel ha abierto acerca de la verdadera naturaleza de la inmortalidad... no es mejor vivir 80 años, y ser recordado 2 siglos despues de haber sido enterrados, ya sea por un libro, por un ideal, por un beso... Que vivir eternamente y nunca permanecer en el recuerdo de nadie??
Yo casi prefiero la inmortalidad que se ganaron a pulso hombres como Gandhi, Lutero, Shakespeare... a la que me pueda ofrecer cualquier Dios generoso.
Ademas, menudo fastidio eso de no poder darle nunca un final redondo a nuestra historia por haber sido castigados con la inmortalidad literal...
Azhaag
Menudo aburrimiento, la inmortalidad sería un...siempre hay tiempo. Un...nunca terminar. Un...horror. Un mundo lleno de desidia, sin ilusión, sin ganas, con demasiado tiempo.
Como tu apuntas, creo que hay diversas maneras de hacerse inmortal, sin necesidad de condenarnos a la vida eterna.
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